martes, julio 26, 2005

La obsesión de la Guardia Costera por los frutos del mar

Agujero negro y cósmico de mis entretelas: ¡Me voy mañana a Berlín! Así que hasta la semana que viene no tendrás noticias mías. De todas formas, no me voy sin ponerte deberes para que pienses durante estos días de separación difícil y dolorosa (por lo menos para mí, porque me da que tú ni sientes ni padeces). Atención, pregunta: ¿Quién se encarga de bautizar las operaciones antidroga?
La cuestión no se me ha ocurrido a mí, qué más quisiera, si no a Gastrónomo que en cuanto oye la palabra "nécora" o "boquerón" se pone en guardia pensando que le van a dar una receta y luego resulta que se trata de la enésima operación realizada por nuestros vigilantes de la mar salada.
Por favor, si alguien tiene alguna teoría del por qué de esa obsesión por los mariscos y los frutos del mar en general para bautizar a estas operaciones Anti Vice que me lo comunique. Vuestra petarda, para no ser menos, pensará en ello con una Brat Wurst regada con Bier delante de la Puerta de Brandeburgo.

lunes, julio 25, 2005

Pero, ¿por qué llevan esos flequis?

Hola agujero. Sí, lo sé, te he tenido abandonado. Pero te aseguro que ha sido por un buena razón. Tu petarda, que te quiere y te acepta tal y como eres, ha estado en un festival de rock and roll del bueno, del de antes, del de tupé y gominón. El Crossroads de Gijón. Y allí he estado, entre polvo y sudor (bueno, estoy exagerando, hoy en día los rockeros huelen a aceite Johnson) bailando al ritmo de gente tan variopinta como el Elvis mejicano (El Vez), los Blues Explosion o (sé que abuso de este recurso pero la ocasión lo requiere) ¡tachán, tachánnn!: ¡¡¡Little Richard!!! En persona, en peluca, en dentadura postiza. Vivito, coleando y muy entrañable. Tiene momentos en los que, definitivamente, se le va la pinza y dice cosas como "¿Dónde está mi taco?", o "¿qué tal está el rey Juan Carlos?" y se enfada porque está empeñado en que "Tutti Frutti" no se puede decir igual en español. El recital estuvo completito. Grita si ve una mosca cerca del piano, de vez en cuando, deja de tocar y de cantar para subirse los calcetines y siente una insana curiosidad por la edad de los músicos de la banda que le miran resignados ante el estupor de la estrella: "¿Tantos?, pensaba que eráis más jóvenes". Sin embargo, dio toda una lección de entrega a sus setenta y pocos años y nos hizo pasar uno de los mejores ratos de todo el festival. ¿Qué importa la edad cuando a uno le gusta lo que hace?

PD: El por qué del título de este post no va por el peinado de Little Richard, que merece una tesis aparte. No suelo tratar con rockeras, pero el día que conozca a una le preguntaré por qué llevan esos flequis espesos y cortos que les alargan y les acortan la cara a la vez. De verdad te lo digo, agujero, si algún día te sale pelo, por Dios, no te peines así.

miércoles, julio 20, 2005

Operación Metaaaal

Me tenía que pasar, agujero negro y cósmico. Tanto paro no podía ser bueno, menos mal que empiezo a currar en agosto pero creo que ya es demasiado tarde... me he enganchado a "Operación Triunfo". Y encima lo he hecho de la manera más hipócrita que pueda darse. Me siento delante de la tele y les pongo a parir diciendo cosas como: ¡Pero, qué blandos! ¡Qué poca personalidad! Qué truñete! Pero ahí estoy, con los nervios en tensión, dándolo todo. Ya sólo me falta mandar un mensaje para salvar a alguno. De todas formas, gracias a OT se me ha ocurrido algo que puede devolvernos a la música de verdad, sin mariconadas. Señoras y señores, ¡la nueva generación! (tachánnnn): "Operación Metal".
El director de la academia, Mariano Muniesa y su pelo, sería el encargado de pulir a diez mantecados (los que hay en el concurso de ahora me sirven) para pasarlos al dark side del rock and roll. Los profesores, gente con carrera sólida y talento probado, podrían ser "El Drogas" de Barricada (para enseñarles a poner sentimiento en lo que berrean) y Rosendo, para clases de afinación. Del mercado internacional, Slayer (para las clases de impostación vocal), Iron Maiden (yoga y relajación con Eddie incluído), Angus Jones para coreografías y como maquilladores y estilistas, Paul Stanley y Gene Simmons de Kiss. Tachuelas, cuero y drogas varias irían a cargo de las empresas patrocinadoras.
Durante las galas veríamos chicas y chicos sudorosos en jaulas, fuego a los lados del escenario, una muñeca hinchable gigante y mucho petardo (del bueno, del que estalla, no de los que salen en "Salsa rosa"). Por supuesto, nuestros triunfitos tendrían que pasar por pruebas tan exigentes como decapitar murciélagos de un mordisco, tocar la guitarra con los dientes, hacer el paso del pato o romper una batería cabezazos. Lo que no tengo muy claro es el presentador, creo que Jesús Vázquez no estaría por la labor... Ah, y nada de Idairas, Guilles Bareas o Jesuses de Manuel. Noooo. Nuestros chicos se llamarían cosas como "El Lonchas", "La Guarri" o "El Tripis", si no, serán nominados inmediatamente y grabarán, como castigo, un disco con Vale Music.

Los triunfitos antes y después de pasar por "OM"

lunes, julio 18, 2005

Quiero ser intelectual, pero mi cabeza no me deja

¡Qué drama diario, querido agujero negro y sideral! ¡Qué batalla campal! Esta mañana he ido al videoclub chachi, gafapasti y cultureta que te cagas de Hortaleza y lo único que he podido pensar es: ¿Por qué me aburre tanto Kurosawa? Me dan sueño hasta los títulos. ¿Y Rohmer? Cuando veo sus pelis me da por pensar en cosas como echarme Nivea entre los dedos de los pies o cómo se hará uno su propia cerveza. Por no hablar de Bergman, que sí, que me gusta "El séptimo sello", pero ¿"Fanny y Alexander"? Yo no estoy bien, agujero, necesito una terapia de choque, los tótems me dan grimita. ¿Será que, como Jeanette, soy rebelde? ¡Pues vaya gilipollez de rebeldía! Podría utilizarla en cosas útiles como echarme la siesta en el Congreso o acostarme con el Padre Apeles. Por lo menos, te ganas la vida.
De todas formas, agujero, todo tiene una explicación. Parece ser que el cerebro, entre dos estímulos, elige el menos arduo. Vamos, que si a mí me pones a doble pantalla "Tus bolas están en juego" y "La pasión de Juana de Arco", allá que me voy como una posesa a ver al Ben Stiller (¿dónde se ha dejado el cuello este chico?) haciendo el mongo con un balón. Y no por falta de interés personal en Dreyer, no. Es el cerebro... que no se centra.
Nota: Adjunto dos imágenes de ambas pelis. Por favor, si a alguien se le va el cerebro a la peli chorra, que me lo diga. Esto es como los marcianos, no puedo estar tan sola en el universo.

sábado, julio 16, 2005

Ay, Marilyn, Marilyn

Las apariencias engañan. Bueno, la tuya no, agujero negro, porque eres lo que eres y no hay más, pero las de los seres más o menos humanos, sí. Uno se empeña en encalar la fachada para ofrecer a los demás un personaje aceptable y recauchutable para la sociedad y, al final, pequeños detalles le traicionan. Todo esto lo pensaba, con la profundidad que me caracteriza, viendo en Onda Seis (¿qué pasa? No tengo dinero para MTV) un vídeo de Marilyn Manson.

Sé de buena tinta que este hombre amante de la grima, que se pone lentillas blancas para dar miedito y que últimamente vive de hacer versiones, con lo que corre peligro de convertirse en una especie de Michael Bubblé satánico, no es lo que parece. Tengo un topo en uno de los mejores hoteles de Madrid que me ha contado que el susodicho se alojó en una suite cuando vino a la capital a berrear en el Festimad y pidió para comer (y esto requiere varios signos de admiración): ¡¡¡Arroz con bogavante y batido de vainilla!!! Según mi Garganta Profunda de hotel de lujo, Marilyn se debió quedar tan empalagado con la mezcla que no volvió a abrir la boca en toda su estancia en el hotel. Yo sostengo que lo mismo se pasó el resto del día agarrado al toallero del baño intentando expulsar el bolo, pero prefiero no desarrollar el tema porque tengo tendencia a la escatología y éste es un blog fino. Así que cada vez que veo al reverendo satánico con sus fundas metálicas en los dientes y sus caras de "aquí estoy, cagáos todos", me da la risa. ¿Batido de vainilla? Qué näif.





Marilyn en pleno proceso de digestión

martes, julio 12, 2005

Elogio del bar de mala muerte

No sé si un agujero sideral y negro como tú habrá pisado alguna vez un bar de mala muerte. Yo sí y desde hace unos días las preguntas metafísicas sobre estos locales patrios me asaltan. Sudando en la cama y sin poder dormir me devano los sesos preguntándome cosas tan profundas como éstas: ¿El bar de mala muerte nace o se hace? ¿Su dueño tiene conciencia de que regenta un bar de mala muerte y se siente orgulloso de ello o prefiere ignorarlo como quien tiene un hijo bakala? ¿Qué debe tener un buen bar de mala muerte que se precie? Bien, como el insomnio (y el aburrimiento) dan para mucho, ahí van mis conclusiones, que a ti, agujero, te importan un huevo, pero compréndeme, estoy en paro.

El bar de mala muerte nace y se hace a conciencia. Si no, ¿por qué iban a escoger esos azulejos blancurrios y pegar en ellos fotos de toros o de Chuck Norris? (NOTA: Gastrónomo asegura, mientras bate furioso unos huevos templados en aceite cristalizado, o algo parecido, que en su barrio las fotos son de Bruce Lee. Está tan vivido...). Con los bares de mala muerte pasa como con la mafia siciliana. Hay una especie de "omertá" que impide decir lo que uno piensa sobre el garito. Nadie entra en un bar de mala muerte diciendo: "Que se rule una caña con tropezones y una tapa de tortilla renegrida de cuando Franco hacía el turuto en la mili". Como dice mi amiga María: "Eso callao, está dicho". Vamos, que se da por hecho.

Uno entra en un bar de mala muerte como en un templo, con reverencia y respeto, aceptando de buen grado los manchurrones de grasa en la barra, la tele a todo trapo y los palillos bailando break entre los dientes de los parroquianos. Como escribiente que soy (que no escritora, eso es para gente con nivel) lo que me causa cierto estupor son los nombres. Entiendo que un bar de mala muerte no se va a llamar "El rincón de las musas", por poner un ejemplo. Pero, ¿"La tapa del pollo", "El boñar", "La chabola ", "El Maquis", "La Oreja", "El Julepe"...? ¡Vaya tela! Eso demuestra, una vez más, que su dueño tiene conciencia de que su bar es un tugurio. Y eso, en estos tiempos de querer aparentar, es admirable. ¿No te parece, agujero?

jueves, julio 07, 2005

De amor y gastronomía

Mucho se ha hablado y disertado del miedo ante la página en blanco pero, ¿y ante el post en blanco? ¿Eh? Afortunadamente, el amor me ha salvado de esta sequía de ideas y ahí va para ti, agujero sideral, una bonita historia de sentimientos y gastronomía. (Carraspeo virtual y empezamos).

Gastrónomo furioso había quedado finalista de un concurso de tapas andaluzas con una de sus recetas más aclamadas y pesadas de hacer: las croquetas de gazpacho. Yo, como petarda que soy, no tengo ni idea de cocinar, pero sí sentido de la oportunidad suficiente como para apuntarme a la final en calidad de compinche y pinche de cocina de Gastrónomo (ahora muchos entenderán por qué está siempre tan furioso). Así que le acompañé al concurso con la misma mentalidad que la delegación olímpica de París (la de Madrid no tenía el mismo brillo en los ojos que Chirac): ¡A ganar!
El caso es que, en dicha final, conocimos a una chica que, siendo alérgica a la carne, se había presentado al concurso con un estofado de toro. Y ahí va la historia de amor.

Esta joven se había enamorado de un chico con el que había compartido una cena regada con vino. Desde entonces, tenía grabado en lo más hondo del paladar (lo que es la parte de arriba que uno toca con la puntita de la lengua) el sabor de aquel caldo. Y había decidido inspirarse en él para cocinar un plato de carne con el que había quedado finalista en el concurso. La muchacha nos confesó que planeaba invitar al chico a ese plato como sutil y delicada declaración de su amor.

Me encantó la historia, dudaba un poco de que el chaval fuera a pillar la indirecta, pero me pareció romántica y original. No sé cómo acabó la cosa. La última vez que la vi fue en ese concurso y estaba muy atareada tomando buena nota del teléfono del segundo ganador del certamen. Las cosas como son. Por muy enamorada que esté una, nunca viene mal un "por si acaso".

martes, julio 05, 2005

Frases para la posteridad

- "Eso, eso, sacadme de paseo y así me voy morena al otro barrio"
- "Yo no voy con el Imserso que sólo hay viejos"
- (Al sacerdote que va a visitarla a la residencia) "Yo a usted le reconozco enseguida porque es el único que tiene los dientes de verdad"
- "El otro día reñí con el abuelo. Él se puso en el papel de varón que manda... y yo en el de hembra que le resbala todo".
- (A mi hermana y a mí) "¿Por qué no os casais y me dejais en paz?"

Pues eso, todo un carácter. Sólo queda por decir:

Hasta siempre, abuela.