domingo, junio 26, 2005

Nos invaden...

El otro día vi en televisión a Tom Cruise (este chico tendría pinta de triunfador aunque limpiase cacas en una granja escuela ante hordas de niños preguntándole si son Conguitos) en plena gira de promoción de "La Guerra de los Mundos". La historia de esta historia es un ejemplo más de la eterna preocupación del hombre porque seres babosos, tipo Máximo Valverde o Enrique del Pozo , nos invadan. Ante esto, querido y sufrido agujero negro sideral, yo me pregunto con triple interrogación (que una es muy asín para la cosa de la gramática): ¿¿¿Por qué no nos preocupamos por las invasiones reales que estamos viviendo??? Y no, no me refiero a los inmigrantes, no, que ya bastante tienen con lo que tienen. Me refiero a ellas...

Es una invasión pacífica (a veces), reconocible por sus vestidos- bata de flores chiquitinas, por sus bolsos de rafia colgando del codo, por sus voces a buen volumen, por su laca, por su Farmatín, por su aire kamikaze cuando cruzan la calle ajenas a todo, por su afición al café con picatostes, por su gafas que les hacen los ojos enormes... ¿Es que nadie se da cuenta? ¿Es que mi voz sólo la escucha un agujero negro que como tal no tiene orejas para oírme? Siii, son ellas, nos invaden, están en todas partes: LAS YAYAS. Me las encuentro en todas partes y en todas partes dejan su impronta. En el tren hablan a gritos entre ellas y taponan el pasillo con sus maletas, en el teatro agitan los abanicos a la vez y no se oye ni papa, eso cuando no les da por comentar en voz alta, cosa que también hacen en el cine. Ay, las yayas. En el mercado se ponen quisquillosas con el carnicero porque creen que les ha puesto el filete con nervio, pero luego confiadas extienden la mano llena de moneditas y le dicen que escoja, que ellas los euros no los entienden. Por no hablar de su forma mercenaria de colarse en el bus, de su resistencia a renovar el carnet de identidad o de su obsesión por los achaques que pregonan a quien quiera escucharlas. Deberíamos poner una especie de "Speaker´s corner" para que la yaya que así lo desee nos cuenten a voz en grito y con aire agorero: "Y yo os digo que vosotros también tendréis el azúcar alto, el calcio bajo, la tensión hiper y el riego hipo". Lo dicho, agujero, nos invaden y se han hecho fuertes. Si vienen los marcianos seguro que les riñen y les pegan con el bolso por zoquetes y babosos. ¡Pues buenas son las yayas!

5 Comments:

At 7:33 p. m., Blogger Gastromaquia said...

Uy...te has dejado la adicción a las tostadas de pan de molde de pastelería con nata recién montada...eso las vuelve locas. A mi me dan miedo el día que cobran la pensión

 
At 8:23 p. m., Blogger djflow said...

¿Female, guionista, Madrid, petarda, asociación ilícita con gastrónomo? Todo cuadra. Bienhallada, querida.
Por aquí se te leerá con la atención que mereces, no lo dudes.
Y espero muy buenas cosas de tu bloj, así que siente el peso de la responsabilidad y no me decepciones ¡Ya tardabas!

Besos remixed...

 
At 9:45 a. m., Blogger Moblog said...

Ay, qué nervios. ¡Cómo me dices esto sabiendo que huyo de las responsabilidades! :)

 
At 1:31 p. m., Anonymous Anónimo said...

ESTA ES MI NIÑA

 
At 7:29 p. m., Blogger Moblog said...

Uy, qué misterio de la vidaaa. ¿Quién eres, usuario anónimo? Manifiéstate.

 

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