lunes, julio 25, 2005

Pero, ¿por qué llevan esos flequis?

Hola agujero. Sí, lo sé, te he tenido abandonado. Pero te aseguro que ha sido por un buena razón. Tu petarda, que te quiere y te acepta tal y como eres, ha estado en un festival de rock and roll del bueno, del de antes, del de tupé y gominón. El Crossroads de Gijón. Y allí he estado, entre polvo y sudor (bueno, estoy exagerando, hoy en día los rockeros huelen a aceite Johnson) bailando al ritmo de gente tan variopinta como el Elvis mejicano (El Vez), los Blues Explosion o (sé que abuso de este recurso pero la ocasión lo requiere) ¡tachán, tachánnn!: ¡¡¡Little Richard!!! En persona, en peluca, en dentadura postiza. Vivito, coleando y muy entrañable. Tiene momentos en los que, definitivamente, se le va la pinza y dice cosas como "¿Dónde está mi taco?", o "¿qué tal está el rey Juan Carlos?" y se enfada porque está empeñado en que "Tutti Frutti" no se puede decir igual en español. El recital estuvo completito. Grita si ve una mosca cerca del piano, de vez en cuando, deja de tocar y de cantar para subirse los calcetines y siente una insana curiosidad por la edad de los músicos de la banda que le miran resignados ante el estupor de la estrella: "¿Tantos?, pensaba que eráis más jóvenes". Sin embargo, dio toda una lección de entrega a sus setenta y pocos años y nos hizo pasar uno de los mejores ratos de todo el festival. ¿Qué importa la edad cuando a uno le gusta lo que hace?

PD: El por qué del título de este post no va por el peinado de Little Richard, que merece una tesis aparte. No suelo tratar con rockeras, pero el día que conozca a una le preguntaré por qué llevan esos flequis espesos y cortos que les alargan y les acortan la cara a la vez. De verdad te lo digo, agujero, si algún día te sale pelo, por Dios, no te peines así.

1 Comments:

At 4:32 p. m., Blogger Gastromaquia said...

Si se ubiear posado un buitre leonado sobre el piano hubiera gritado igual. Pero se le perdona a la yaya Richards.

 

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