viernes, septiembre 09, 2005

Gente que confunde a gente

Querido y fisonomista agujero negro y sideral: Tengo un disgusto del copón. Verás. A juzgar por la cantidad de parecidos que me han sacado a lo largo de mi vida, debo tener una cara de lo más vulgar. Muy bien, asumido queda. Según he ido creciendo y echando cuerpo, la gente me ha ido comparando con Maribel Verdú en La Estanquera de Vallecas y en Canguros (es lo que tiene esto de la dentadura prominente), con Sofía Coppola (pero sin Óscar y sin papá cineasta que te cagas con productora para financiarme mis cosillas), con Adriana Ozores (dentro de diez años, supongo), con Idaira de OT (aunque no canto ni a tiros... y ella tampoco) y un guionista, al que preveo un prometedor futuro de gafoso culivásico, con Juliette Lewis (no sé qué dirá de esto DjFlow que la reseña en su blog). Todos estos parecidos los he ido aceptando con más o menos alegría, pero lo del otro día fue mucho.
Iba por la calle, pensando en mis cosas, cuando vi delante de mí a una pareja de abuelicos que estaban tomando el solete en un banco. Según me iba acercando me di cuenta de que la abuela me estaba mirando, a través de sus cristales de aumento, con cara más bien de asco. Yo no me lo tomé a mal. Pensé que a la buena mujer se le había ido un rato la olla y estaba con la mirada perdida pensando en cosas que le daban ganas de potar, vaya usted a saber por qué. Así que continué mi marcha. Y ahí ocurrió la desgracia. Cuando pasaba tan pichi por delante de ellos, la abuela le dio un golpecito en el brazo al abuelete y le dijo con la típica voz de estar diciendo algo con mucho asco: "Mira, mira, la Senovilla".
Por Dios, agujero negro, ¡la Senovilla!. Me quedé tan alucinada que no dije nada y seguí mi marcha, pero desde ese día yo no soy la misma. Ahora, cada vez que voy por la calle, miro con desconfianza a la gente mayor porque sé que, con este nuevo parecido, me puedo llevar un escupitajo o un insultajo. Visto lo visto, a algunos Senovilla no les hace gracia. Y lo peor es que sólo puedo sentir simpatía hacia ellos ya que con eso, querido agujero, demuestran su infinita sabiduría y criterio. ¿Lo malo? Que les falla la vista.




La cara que se me quedó cuando me confundieron con la Senovilla.

1 Comments:

At 5:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

joé.....a Idaira si que te pareces (ademas mogollon, jejeje) pero a la Senovilla ni de coñaaaaaaaaaaaa
besos guapa

 

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