Querídisimo y soltero recalcitrante agujero sideral bla bla bla:
Entre unas amigas y servidora tenemos que organizar una despedida de soltera original, divertida, sin restaurante de drags, sin pollas en la cabeza, sin boys... vamos, un marrón (lo más chusco siempre es lo más socorrido, las cosas como son). Ante semejante reto, me he arremangado y he entrado de lleno en el mundo de las empresas que organizan fiestuquis de adiós a la soltería. La mayoría ofrecen lo de siempre (boys, boys, boys), pero me he encontrado con una propuesta tan delirante que he decidido compartirla contigo, aunque a ti te importe un huevo.
Se trata de un campamento militar para despedidas de soltera (¿cómo no se me ha ocurrido a mí, cachissss?) Consiste en llevar a la novia y a sus futuras ex amigas a un descampado, con sus tiendas de campaña y sus cámping gas, y someterlas a la más estricta de las disciplinas militares. Las chicas se pegan el madrugón, tienen su toque de retreta, deben formar ante un sargento chaqueto-metálico, ir de marcha (pero de la chunga, la de hacer kilómetros) y, cuando todo parece perdido, cuando la esperanza de tener un rato de ocio empieza a disiparse de sus horizontes, aparece un maromo vestido de militar y les hace un strip tease. Lo que no sé es si las chicas están a esas alturas como para gritar y meterle billetes del Monopoly en el tanga. Desde luego, tanto sacrificio y tanto esfuerzo para caer en el topicazo. En fin. Después, como guinda del finde, (y aquí copio textualmente del folleto): "Conducción de vehículo militar a cargo del stripper". Aquí me da por ponerme dramática y lacrimosa porque, no sé por qué, me da por imaginarme a las chavalas agotadas diciendo adiós con la manita a un tío en bolas que se aleja del campamento subido a un tanque. Pobrecillas.
