Cinefilia rancia
Agujero sideral y trabajador (supongo):
Después de casi dos años sin vacaciones, he decidido parar y tomar aire. Así llevo un mes y ya me empiezo a hiperoxigenar por lo que, dentro de poco, me veo buscando trabajo de nuevo. Qué abismo, agujero, qué abismo. Mientras tanto, lleno mi tiempo libre con varias actividades y descubrimientos que me han dejado estupefacta. El otro día, sin ir más lejos ni más cerca, estaba viendo la tele mientras desayunaba y vi en La 2, cadena cultural y alternativa de todos los españoles, un trozo de una peli de Ozores (Mariano). El diálogo que escuché era de tanta envergadura, de una tensión dramática tan llamativa que tengo que transcribírtelo porque si no reviento. Allá va.
López Vázquez (grande entre los grandes) y una chica sentados en una cafetería y haciendo manitas (bueno, manitas ella, porque él está pegándole un repaso de mucho cuidado).
López Vázquez (babeando): Entonces, ¿nos compramos un piso?
Chica: Sí, claro.
López Vázquez (chorreando) : Y en el dormitorio, ¿qué ponemos? ¿Dos camas o una cama de matrimonio?
Chica: Una cama de matrimonio, por supuesto.
López Vázquez (sudando y babeando, el hombre se tuvo que deshidratar haciendo este diálogo): Ay, qué alegría me das, ya verás qué bien vas a estar por las noches.
Chica: Uy, ¿y eso? (aquí la chica demuestra que está a por uvas)
López Vázquez: Porque yo por las noches soy un HORNITO.
En ese momento, el grande entre los grandes pierde un poco el control y se restriega contra la chica mientras declama.
López Vázquez: Un hornito... verde, pero un hornito.
Chica: Ay, quita, quita (tópica frase de chica Ozores, pero muy eficaz a la hora de cortar la escena)
Agujero, qué momento, todavía estoy digiriendo la tostada con aceite (que una es muy sana en sus condumios) que me estaba comiendo mientras veía dicha escenaza. Qué tensión, qué interpretación, que tonillo nasal el de López Vázquez (del que soy fan absoluta) Así que, tras este flashazo del pasado, he decidido que quiero más y más. Y ahí es donde entras tú, agujero. No sé si recordarás algún momento bueno, bueno, de aquellas pelis que se hacían en la España de los setenta/ochenta. Si me ayudas a refrescar la memoria te lo agradeceré para siempre, aunque sé que a ti eso te da igual.